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miércoles, 8 de febrero de 2012

Capitulo 6: No volverás a la oscuridad

Sabía que la posibilidad de hallar con vida a Cristina y Anne era casi nula, pero no quería creerla, prefería pensar que estaban bien y que pronto volverían a casa, aunque tardaran años...
Eric sabía lo que yo pensaba, y estaba en contra de aquello, decía que solo me creaba falsas expectativas, pero él también optaba algunas veces por figurarse que no habían muerto. Además, ¿quién tenía la certeza de que realmente ellas dejaran de vivir?, nadie lo sabía.
Nuestra actual preocupación era encontrar la forma de liberar a Andrew de si mismo, Eric ya había dicho que su mente había sido manipulada, algo que no manejo bien, a pesar de que hice algo similar por unos instantes con los soldados de la Oscuridad, pero no sabía dominar el don. Estuve practicando con Katherine, pero solo lograba controlar parte de su mente, algo insignificante. Sí lograra manejar bien mi poder, podría liberar a Andrew.
-Hola Eric.-
-Hola Miranda.- Sus dulces ojos marrón eran mi perdición, podía quedarme mirándolo durante horas sin molestarme.
-Déjame encargarme del desayuno, ¿quieres?.- Dije al ver que se disponía a prepararlo.
-¿Tan mal lo hago?.- Preguntó haciendo puchero.
-Podría decirse que quemas las tostadas, la leche te queda muy espesa, los huevos revueltos se pegan en el sartén, le hechas casi medio kilo de café a una sola taza...-
-Que malvada eres.-
-Gracias, ya lo sabía.-
Hice huevos revueltos, tostadas, jugo de naranja y un poco de café. Eric se conformo con arreglar la mesa.
-Eres hermosa, ¿lo sabías?.-
-¿Qué te ocurre?.- La actitud de Eric me empezaba a preocupar, nunca había sido así, tan... tan... ¡No lo sé!, es distinto.
-Desde que estuve a punto de perderte en Dersiat, me prometí cambiar, no volveré a ser el mismo idiota que te dejo ir hace un año.-
-Es sorprendente, una linda sorpresa, pero aún hay...-
-Sé a que te refieres, pero es demasiado tarde para hablar de ello, ¿no lo crees?.-  Algunas veces olvidaba que Eric podía entrar en mi cabeza y saber lo que pensaba.
-¡Hola chicos!.- Saludó alegremente Katherine mientras entraba a la cocina.
-Hola Kate.-
-¡Juum!. Esto huele bien, de seguro Miranda preparo el desayuno.-
-Si, yo lo hice.-
-¡Fantástico!, todos en mi contra.-
-Lo lamento, pero aunque alguna vez fuiste un buen chef, ahora no sabes ni siquiera preparar café.-
-Algún día recuperaré mi don en la cocina, ya lo verán.-
-Eso pasará cuando los gatos vuelen.-
-No será difícil, cuando aprendas a controlar la levitación.-
-Cambiando el tema, ¿me pueden decir dónde hay una biblioteca?.-
-Segunda puerta por el pasillo principal en el tercer piso.- Respondí.
-Woow, su casa es gigante.-
-En realidad no es nuestra casa, es de Andrew y Anne.-
-Ooh.-
-Bueno, el desayuno esta listo, ¿comemos?.-
-¡Si!.-
La biblioteca inmensa era el lugar favorito de Anne, se pasaba horas leyendo libros de distintos autores, sobre el amor, la vida, filosofía... Un sinfín de temas. Como la extraño.
Deseé no ser la única que no puede dejar de pensar en los chicos. ¿De qué forma puedo ayudar a Andrew?, solo de él sabía la ubicación... Cuando logré controlar a los soldados de Shinoweth, no estaba consiente de lo que hacía, solo fue instinto de sobrevivencia, ¿y si... vuelvo a el castillo Oscuro?, tal vez pueda funcionar, ahora no soy una niña débil, soy una vampira con poderes... Solo debo saber como llegar allá...
-No lo harás.- Gruñó Eric. ¡Maldición!, él y su estúpido poder lector de mentes.
-De alguna manera lo lograré.- Mascullé.
-No lo permitiré.- ¡Claro que si lo haré!, es Andrew, mi amigo, nuestro amigo, si alguien podía ayudarlo a regresar, era yo, nadie más, a excepción de Laurent, podía controlar la mente. Por supuesto que lo haría.
-¡No te arriesgarás!.- Dijo exasperado. Kate nos miraba intrigada, no entendía ni una sola palabra de Eric, ni mi expresión molesta.
-Puedo sola.-
-Soy capaz de encerrarte en el sótano si sigues con esa idea.- Hazlo... Si puedes. Sabía que en este momento era más fuerte que Eric y Kate juntos, un simple sótano no sería impedimento para irme, bueno, solo si lograrán encerrarme...Eric me fulminó con la mirada, se paró e intento tomarme, pero lo esquive rápidamente.
-¡Miranda ven aquí!.-
-¿Qué tan idiota crees que soy, Williams?.- Kate seguía mirando nuestra pelea sin comprendernos.
-Lo suficiente para distraerte.- ¡Maldita sea!, tuve a Eric en frente mío, estuvo a punto de tomarme, pero Kate intervino.
-¡Eric!, deja a Miranda.-
-¡Quiere ir a el castillo Oscuro!.- Kate me miro y dudo por un segundo, pero sorprendentemente, me apoyó.
-Debes dejarla ir.-
-¿Estas loca?, si Laurent la ve, la matará, o la controlara, no es lo suficientemente fuerte para luchar.-
-Es más fuerte de lo que crees, nadie ha sobrevivido en Dersiat más de una semana, Miranda estuvo ahí más de un año. Tu no sabes lo que nos hizo Laurent, ni te lo imaginas, pero ella fue capaz de sobrevivir, ¿crees que eso la califica como un ser débil e indefenso?, puede derrotarte si intentas retenerla, lo sabes. Tal vez no sea la vampira más imponente, pero es valiente y hábil, tiene dones magníficos que puede utilizar en su defensa.-
-Es solo una niña, aunque logré entrar, ¿crees que los soldados la dejaran avanzar?, claro que no, la volverán a encerrar, no controla sus poderes, es solo una neófita inexperta, Laurent es un vampiro legendario, ha sobrevivido durante nueve siglos a cazadores de vampiros, ángeles... Es inmortal en la totalidad de la palabra, ya no hay forma de matarlo, no pudimos deshacernos de él cuando las saqué de Dersiat porque simplemente él ya no muere.-
-¡La idiota neófita inexperta sigue aquí!.- Bufé. No sabía cuanto duraría Katherine de mi lado, por lo que me encerré en la biblioteca. Andrew guardaba libros vampíricos en donde habían mapas de todo los lugares sobrenaturales, dijo que siempre son necesarios. Este es un buen momento para usarlos. Guardé un libro con un grueso encuadernado rojo en mi mochila. No percibí el aroma de los chicos cerca pero Eric ya estaba subiendo por las escaleras. Abrí el ventanal de la biblioteca y salté, sin siquiera hacerme un rasguño.
No podía pensar en lo que haría para llegar allá mientras Eric pudiera leer mi mente. ¡Tonta!, puedo bloquear mis pensamientos. Lo hice felizmente. No me detuve en mi carrera, no había indicios de que Eric me siguiera, pero eso no significaba que estuviera segura.
Estaba llegando al centro de París, todo lleno de humanos. Mis sentidos estaban atontados, el olor a sangre llenaba cada espacio, no podía pensar, pero si quería rescatar a Andrew debía concentrarme.
Saqué el libro que había guardado en mi mochila. Al abrirlo, me llevé una sorpresa, en medio había un collar con un gran medallón. No me atreví a abrirlo. Busqué en las páginas alguna respuesta. En la contra tapa del libro estaba escrito con tinta negra que la única forma de ir al lugar de donde pocos regresan, era abrir el medallón, la perfecta letra era de Andrew.

1 comentario:

  1. HOLAA!
    o.O ¡ME HA ENCANTADOOOO! :D ¡Es taaan emocionante tu novela! jeje, me encanta :)
    Postata: espero que tú puedas leer mi nueva novela *La Búsqueda Del Asesino* :D
    BESOOOS ;)

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