Capitulo 11: Lobos

Una mano apretó firmemente mi brazo para que me quedara quieta, sentía su calor traspasando mi piel de acero, su olor me provocó repulsión, pero no me arriesgué y me quede inmóvil.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó la voz.

-Busco a los lobos. Necesito hablar con ellos.- Me soltó y se alejo de mi ágilmente.

-Los lobos no hablan con los chupasangres como tu.- Me volteé y vi a una chica de aspecto salvaje, con un enmarañado cabello negro azabache y una hermosa piel de color dorado.

-Soy Miranda Stewart.- Sus ojos se abrieron como platos al escuchar mi nombre. Me observo detenidamente y luego se puso en frente de mí.

-Sígueme.- Entramos a una cabaña en medio del bosque, adentro había una chica de unos 13 años y siete chicos de entre 14 y 19 años. Todos estaban riendo en el comedor.

-Destiny, ¡al fin llegas!- Exclamó el mayor de los chicos. -Morimos de hambre.-

-¡Cállate Jeremy!-Bufó la aludida.

-¿Quién es ella?-

-Es una vampira.- Repentinamente el ruido de la habitación se apagó, todos dirigieron miradas fugaces hacía mi y Destiny.

-¡Demonios!, ¿qué hace esa sanguijuela acá?-

-¡Debemos liquidarla!-

-¡Silencio! Ella no es cualquier vampira... Es Miranda, la princesa de la Luz, la protegida de Johan.- Las miradas fugaces se convirtieron en un completo análisis visual, me sentí cohibida.

-No es posible.- Comentó la niña. -Todos sabemos que la Princesa de la Luz no puede ser un ser oscuro, los vampiros son engendros malvados. Ella no es.-

-Pensé lo mismo en un principio, pero es la misma chica que describió Johan antes de... Bueno, ya saben a que me refiero.- Al parecer, yo no era la única que todavía sufría la muerte de Johan.

-Pero ya ha pasado más de un año.-

-Puedo decir que es la misma porque con Johan manteníamos un lazo psíquico, lo conocía tanto como él a mí. Sé que ella es la chica que llenaba su cabeza.- No comprendía absolutamente nada sobre sus lazos psíquicos, yo solo vine aquí para mantener alejado a Eric de mi y poder rescatar a Andrew, aunque quizás yo llegué hasta la manada de los Lobos por una razón...

El grupo se reunió en torno a Destiny para discutir la situación.

¿La chica vampira es una princesa?, woow, tan solo llevó seis meses en la manda y ya estoy conociendo esto. ¡Genial!.

-¡Mierda!-Grité yo y un chico de la manada. ¡Podía escuchar la mente de él!, ese no es un don que yo posea.

-¿Qué les pasa?-

-Pu...pu...puedo escuchar la mente... del niño...-Tartamudeé torpemente, apuntando a un niño de 15 años aproximadamente.

-¿Francisco?-

-Yo también puedo saber lo que ella piensa.- ¿¡Qué qué!?

-Esto es algo ilógico.- Destiny estaba tan o más confundida que yo. Y de cierta forma también sabía como se sentía el chico.

-Los vampiros y los hombres lobo no pueden tener conexiones psíquicas, ¡va en contra de toda regla!-

-También va en contra de la regla que la Princesa de la Luz sea un ser de la Oscuridad.- Masculló la pequeña niña.

-¿Qué esta pensando Francisco en este momento?- Me preguntó Jeremy.

Ok, la sangui... Miranda puede estar metida en mi cabeza, ¡maldición! ¿Qué rayos pasa?

-Esta tan confuso como yo con todo esto.- La facilidad con la que podía saber lo que pensaba Francisco era aterradora, yo no leo mentes, no puedo, no esta entre mis mucho dones, jamás pude hacerlo, ¡¡puedo controlar mentes, no leerlas!!

-Miranda, solo los lobos pueden tener conexión psíquica entre si, nadie más.- Destiny enfatizó las últimas palabras.

-Yo no tengo genes...- Mamá descendía de una princesa de la Luz, como yo, por lo que es imposible que yo tenga ADN licántropo.

Pero, ¿y tu padre?

-No lo creo.- Le respondí a Francisco en voz alta.

-¿Qué preguntó?-

-Si mi padre descendía de lobos.-

-Es una posibilidad.-

-No lo es, no puede ser, mi padre no era un...- Fenómeno, reprimí la palabra y bloqueé mi mente para no ofenderlos y que Francisco no me escuchara.

No somos fenómenos, y te sigo oyendo.

-¡Maldición! Eres inmune a mi bloqueo mental.- Dije frustrada. Cuando había logrado mantener un poco de privacidad en mi cabeza bloqueando mis pensamientos del poder de Eric, me encuentro con un niño que es capaz de traspasar mi barrera mental y saber lo que hay en mi cabeza.

-Los licántropos somos inmunes a gran parte de los poderes de las sanguijuelas.-

-Pero mis poderes no son vampíricos, podía bloquear mi mente aún siendo humana.-

-Entonces esto es mucho más complicado de lo que creía.-

-Blair, lleva a Miranda a la habitación que esta desocupada.-

-Pero ella no se puede quedar acá, ¡es una chupasangres!, ¿lo recuerdas?, nuestro enemigo natural.- La niña estaba mucho más que furiosa, por ningún motivo quería aceptarme.

-Blair  no es un dulce angelito como parece, tiene muy mal carácter.-

-¿Tu lo crees? No me quiere aquí-. Le pregunté a Francisco mentalmente. La comunicación telepática se estaba volviendo práctica.

-Es un poco posesiva, cree que somos sus cachorritos, nos quiere solo para ella.- Una pequeña carcajada salió de su boca. Blair le dedicó una de esas miradas que matarían a alguien instantáneamente si fuera posible.

-¿Crees qué es gracioso? Pues ya quiero ver cuando te convierta en alfombra de perro para su despacho.- La cabeza estuvo a punto de reventarme. Laurent dijo palabras similares el día que Johan murió. Reviví todo ese instante, una corriente de  dolor me recorrió el cuerpo y me estremecí. Francisco también lo hizo.

-Siento lo mismo que tu, no entiendo como pero se que me duele tanto como a ti.-

-Lo lamento mucho, no quería que proyectaras mis sentimientos.-

-Eso no se puede controlar. No te preocupes.-

-No creo que haya sido gracioso, pero lo que tu dijiste tampoco lo fue.- Dijo molesto el chico.

-Francisco, tu lleva a la chica a la habitación.- Ordenó Destiny.

-Como digas.-

Pasamos por un corredor y al fondo había un cuarto con la puerta abierta.

-Pasa y siéntete cómoda, esta habitación es toda tuya.- Era muy acogedora, tenía una cama, un velador y una lámpara. La ventana tenía vista a un pequeño riachuelo.

-Es muy linda.- Recordé mi habitación en casa de Anne, era cuatro veces más grande que esta, por lo que muchas veces me sentía sola.

-No tiene todos los lujos que poseías antes, pero creo que servirá.-

-¿Estas bromeando?, es genial.-

-Es muy extraño poder ver todo lo piensas y sentir lo que tu sientes.-

-Es verdad.-

-¿Cuántos años tienes?-

-Diecinueve.-

-Me refiero a tu edad real.-

-Diecinueve, tan solo llevo una semana desde mi transformación.-

-Estaba acostumbrado a escuchar sobre chupasangres legendarios de cientos y cientos de años, pero nunca había pensado en una vampira de solo una semana.-

-Y tu que edad tienes.-

-Trece.-

-Woow, solo eres un niño.-

-Pero mamá dice que parezco un adulto por como me comporto.-

-Yo creía que los hombres no maduraban hasta los 45.-

-Soy una rareza.-

-De  eso me doy cuenta... Espera, ¿tu ya eres un hombre lobo?-

-Si.-

-Eres muy pequeño.-

-El aumento de vampiros en el lado norte nos hace aumentar a nosotros, es algo directamente proporcional.-

-¿Destiny y Blair también son...?.-

-Destiny es la líder de la manada, es la loba Alfa, Blair solo espera algún día no muy lejano convertirse en loba también, pero realmente no es nada.- Comentó con cierto sarcasmo.

-Al parecer no quieres que ella se convierta.-

-Blair es una niña consentida, no entiende todo esto, no sabe lo difícil que es transformarse en lobo, lo mucho que cuesta dominarlo, solo quiere ser loba para dejar de sentirse excluida del grupo.-

-Solo quiere encajar.-

-Exacto.- Sin desearlo, tenía rabia, empuñe mis manos buscando controlar algo... Escalofríos recorrieron mi columna vertebral, como corrientes eléctricas. Entonces entendí que era Francisco el que trataba de controlarse.

-Lo siento Miranda, pero pensar en Blair me hace perder el control.-

-¿Por qué?-

-Pues Destiny y yo somos hermanos, hijos de los mismos padres. Blair es nuestra media hermana.-

-Pero Blair tiene...-

-Trece igual que yo. Es hija de mi padre, él engaño a mi madre y nadie lo sabía, hasta que Destiny se transformo en loba hace  dos años y luego yo un año después. Mi padre es el que lleva el gen en la familia, por lo que decidió hablar ya que sabía que Blair tarde o temprano se convertiría también. Quería prevenirla, y ahora no nos la podemos quitar de encima-

-Lo siento.- Verlo me hacía recordar a Johan, su mirada inocente estaba plasmada en el niño.

-No te preocupes.-

-Supongo que debe ser duro enterarse que tienes una media hermana que cree que eres un cachorrito y se comporta como Cruella De Vil.- Logré hacerlo reír. La risa que me hacía recordar bastante a mi querido amigo. Quizás el destino necesitaba que esto ocurriera, que encontrara a Francisco, el pequeño niño lobo.

Destino/Destiny. Que casualidad. Fue Destiny la que me trajo aquí y a la que le debía haberme salvado de estar encerrada en el sótano de la gran mansión por el resto de mi existencia.

-Así que estas escapando de casa.-

-Algo así. Mis amigos me quieren proteger...-

-Encerrándote en un sótano de por vida.-

-Exacto. Su idea de mantener a alguien a salvo es un poco distinta a la convencional.-

-¿Un poco distinta?,  tener a dos chupasangres de guardias no es nada normal.-

-Yo no soy normal. Soy una princesa vampira, y probablemente también sea parte loba. Soy la cosa más extraña que he pueda existir.-

-En eso tienes razón, eres un verdadero fenómeno, mucho más extraña que la mujer barbuda.-

-Muy buena forma de subir el ánimo.-

-Me tengo que ir.-

-¿El cachorro necesita comer?-

-¿Cómo lo sabes?-Bromeó

-Porque puedo sentir muchísima hambre, aunque no tenga, y tú estomago gruñe muy fuerte.-

-Es verdad.- Me dedico un tierna sonrisa y se despidió.

-Tengo que hacer guardia esta noche, con una vampira aquí, no sería extraño que otros chupasangres anden merodeando.-

-¿Chupasangres?, deja de decir eso lobito.-

-Ok, como quieras.- Francisco salió y se encontró con Blair en el corredor.

-No pelees con ella, podría ponerte bozal y dejarte encerrado en una perrera.-

-Gracias por decirlo.-

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I'm sorry x demorarme en subir pero no tenia internet antes y ahora subi dsde el colegio :/