***CAPITULO ANTERIOR***
...-¡¡Aaaaaaaaaaaaaa!!.- Cristina gritaba mientras escuché un golpe ensordecedor, perecían miles de piedras golpeándose contra la pared.
Hasta que la puerta de mi habitación se abrió...
-Miranda, al fin te encuentro.-
***CAPITULO DE HOY***
-Tu...u...tu...- ¡¡Es es chico de mis pesadillas!! Ahora lo veo de forma más clara, bueno, ahora no esta bañado en sangre. Es alto, su cuerpo parece esculpido en mármol, cada detalle esta perfectamente marcado, su piel se ve realmente pálida y brillante, su cabello tiene unos perfectos rizos negros azabache, su rostro es angelical y sus ojos... Son de un marrón profundo.
-¿Y... Cristina?.- Me resultaba difícil imaginarme a Cristina luchando con este muchacho.
-Inconsciente.- Respondió él con indiferencia.
-¿Qué le hiciste?.-
-Nada, solo le quite sus poderes.-
-Pero... Yo escuche golpes.-
-Fui yo, Cristina me lanzó contra la pared, debó reconocer que la chica tiene fuerza.-
-¿Qué pasará ahora?.- Más y más dudas me venían a la cabeza.
-Eres bastante curiosa, princesa.- ''Princesa''... Papá me llamaba así... Pero él lo decía de una forma tan dulce, tan paternal... Este chico lo dice de una forma despectiva y burlesca. -Ahora tu vendrás conmigo.-
-¡Hey!...- No pude decir nada más ya que él me tomo en brazos y me puso en su espalda sin ningún esfuerzo, lo patee y mordí, pero ni siquiera se inmuto... ¡Por Dios! ¿Qué será de mi?
...
Estoy en un bar... ¿Hey? ¿Qué hago yo aquí?
-Hola princesa.- Cuando oí su voz recordé todo, los gritos, los golpes, su rostro... La historia.
-¿Qué hacemos acá?.-
-Solo es una parada.-
-¿Y Cristina?.-
-No lo sé.-
-¿Qué me harás?, ¿me matarás?.-
-Eso es lo que debo hacer, son las ordenes de mi ''amo''.-
-¿Por qué?.- Si iba a morir, al menos quería saber la verdadera razón.
-Porque tu eres la heredera del trono de tu... bisabuela.- Al nombrar a mi bisabuela, sus ojos brillaron y su voz se quebró. -Eres la que impide que mi imperio tome el control.-
-Yo soy solo una chica de 17 años, ni siquiera se de se trata todo esto, ¡¡mi vida era normal hasta que tu y tu maldito imperio se metieran en ella!!.- Ya no aguante más, la rabia y la ira se iban apoderando de mi, solo quería volver atrás y que todo fuera normal otra vez.
-Te aseguro que no es nada personal, es cosa del destino.-
-¿A caso crees en eso?, que patético eres.-
-No me ofendas. Aunque tu bisabuela tenia el mismo temperamento que tu.-
-¿Cómo lo sabes?.-
-Porque yo tengo más de 300 años, yo la conocí...- Otra vez su voz se quiebra.
-¿También la mataste?.-
-N...o...no.-
-¿Por...qué... te... pone tan nervioso hablar de ella?.-
-Porque yo... la amaba.- No esperaba que respondiera eso. -Ella murió como una simple mortal, la deje huir para que viviera como una humana... Ella formo su familia y dejo descendencia...- Sus ojos se llenaron de lagrimas.
-Lo... siento...- No sabía que decir, él chico, o anciano, o lo que sea, dejo ir al amor de su vida para que no muriera.
-¿Por qué?.-
-Por... No me hagas caso...-
-Ahora que recuerdo... Mi nombre es Eric Williams.- Al fin sé su nombre.
-Bueno, al fin me has dicho tu nombre.-
Estábamos sentados en una mesa de aquel bar, seguimos ahí por largo rato, ninguno de los dos dijo nada, Eric me observaba detenidamente mientras que yo fingía no darme cuenta. Hasta que rompí el silencio.
-¿Qué harás?.-
-¿A qué te refieres?.-
-Me matarás, ¿no es cierto?.-
-No, no lo hará.- Por detrás de nosotros apareció Cristina, no sé de donde salió, pero me alegra verla.
-Cristina.- Dijo Eric exaltado.
-Si, ¿creíste que al haberme dejado sin poderes te ibas a librar de mi?. Estúpido chupasangres.-
-No, solo creí que te demorarías más en encontrarnos.-
-¿Me pueden explicar que se traen?.-
-Nada Miranda, solo que esta sanguijuela se ha acobardado y se arrepintió de matarte.-
-¡¡No me llames sanguijuela!!.-
-¿Cómo quieres que te llame entonces? bebedor de vidas.-
-Explíquenme de que hablan.-
-Este estupi...-
-Deja de insultarme Cristina.- Los ojos de Eric cambiaron repentinamente de color, de un marrón a un rojo vivo, luego volvieron a ser marrones.
-Este sujeto es un vampiro.-
¿Qué? ¡¡He estado todo este tiempo con un vampiro sin darme cuenta!! ¿De que otra cosa me debo enterar? ¿Qué Cristina es una chica lobo?. Ya no me sorprendería nada. Quizás Cristina sea de esos seres mitológicos que de día se convierten en personas y de noche son cualquier monstruo extraño.
-Jajajajajaja.- Comenzó a reírse Eric.
-¿De qué te ríes idiota?.- Dijo con rabia Cristina.
-De nada que te importe... Pero quizás si pudieras leer la mente de Miranda entenderías.- ¿Qué? ¡¡Maldita sea!! ¡¡Mi mente ha sido hurgueteada por Eric!! Esto es una violación a mi privacidad o algo así. debería ser algo prohibido meterse a la mente de una princesa.
-Alguna vez lo fue, pero después, ninguna regla fue respetada, además yo no leo tu mente, tu eres la que grita tus pensamientos. Piensas demasiado fuerte, como una radio con todo el volumen.-
¡¡Oooh!! Y ahora soy yo la que grita lo que pienso. Todo en este maldito mundo es culpa mía.
-Miranda, vámonos de aquí.-
-No puedes llevarte a Miranda.-
-¿Quién dice? ¿El sirviente de la maldad?, ¿O el cobarde chup... vampiro que no se atrevió a cumplir las ordenes?.-
-¡Hey! ¡¡Dejen de discutir como bebés!!.- Su actitud cada vez me sacaba más de quicio.
-No puedes llevarte a Miranda, o las perseguirán y tu no podrás defenderla, recuerda que no tienes poderes.-
-Porque tu los agotaste.-
-Pero aunque los tuvieras, no serían suficientes, sabes que ellos son un ejercito muy poderoso, solo... la princesa tiene el poder suficiente para enfrentarlos.-
-¿Aaaaah? ¿Qué dijiste?.- ¿Qué yo que?, creo que Eric se golpeo en la cabeza, ¡¡yo no tengo ningún poder!!.
-Tu eres la única que puede derrotar a las fuerzas del mal.-
-JaJa. No me hagas reír quieres, yo no tengo poderes, yo no soy una chica especial.-
-Eres idéntica a...-
-¡¡Deja de compararme con ella!!, ¡¡no soy igual a ella!!.- La rabia me controla y mis ojos comienzan a nublarse con mis lagrimas. Nunca he sabido porque, pero siempre que me enojo comienzo a llorar, es algo estúpido, pero siempre ha sido así.
-¡Idiota!.- Escuche a Cristina darle una bofetada a Eric.
-¡¡Hasta aquí Cristina Farro!!.- Eric se para y toma a Cristina del cuello, fue ahí donde ella saca una navaja de plata que entierra en el abdomen de él.
wow por fa siguelaaa... me tuviste como dos dias sin cap. ¬¬º
ResponderEliminarAtte: Yo
me quieres matar cierto ? como puedes dejarla ahí !! siguela o me corto las venas !! te lo juro ! siguela o me corto las venas jajajaja Me encantó Cudiate y sube pronto
ResponderEliminarKiirha De Jonas