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martes, 29 de noviembre de 2011

Capitulo 11: Dolor


**Capitulo anterior**
-Tienes razón en eso, Eric. Todos estamos llenos de sorpresas, como por ejemplo que Johan es un hombre lobo.- Andrew y Eric quedaron pasmados al escucharme, lo más probable es que creyeran que yo ignoraba eso.
***Capitulo de hoy***
Johan que hasta el momento no había abierto la boca, habló.
-Nos volvemos a ver, maldita sanguijuela. Quien diría que Miranda pondría sus hermosos ojos en ti, luego de haber sido mi chica.- ¡Oh no! Eric no pudo seguir controlándose, se abalanzo encima de Johan, los otros vampiros se quedaron parados como inútiles sin hacer nada. Johan se transformo delante de mi en un magnífico lobo blanco. Eric parecía una bestia salvaje, me atemoricé, pero no podía permitir que se mataran. Ambos chicos tenían una fuerza brutal, que de seguro me destruiría, pero si algo de conciencia tenían, se detendrían...
-¡¡¡Paren!!! ¿¿No se dan cuenta de que no hay manera de que se dañen si que yo salga herida??.- Me puse en medio, Eric tenía odio en su mirada, odio puro, al igual que Johan, pero se alejaron de mi, si trataban de atacarse, me golpearían, quizás  no sea la mejor forma de pararlos, pero es la única.
Johan no volvió a su forma humana, pero se serenó, se quedo junto a mi. Eric me miro con dolor.
-¿Lo quieres?.- Preguntó repentinamente.
-Si, mucho.- Respondí, al escuchar esto, su rostro mostro dolor desgarrador, era como si le estuvieran enterrando mil dagas de plata en el cuerpo, pero sin matarlo. De cierto modo, me sentí liberada al poder confesar aquello, pero ver a Eric así... ¡¡Maldición!! Estaba confundida nuevamente... ¿Por qué todo lo que me pasa tiene que venir acompañado de confusión y sufrimiento?...
-Entonces no hay nada que hacer.- Su voz se volvió dura y fría, la mirada de odio que le dedicó a Johan, también fue dirigida para mi, pero tras esto, iba oculta rabia, pena, decepción... Todo unido para hacerme sentir como el ser más despreciable de todo el mundo... O al menos eso fue lo que yo sentí... ''Entonces no hay nada que hacer''...
Eric se subió a su convertible negro, cerró la puerta de un golpe y partió a toda velocidad a algún lugar. Los vampiros que lo acompañaban, se marcharon también. Andrew se fue en su camioneta roja rápidamente, siguiendo el rastro de Eric... Anne y Cristina me miraron sin saber que hacer.... Toda esto paso en un abrir y cerrar de ojos. ¿Cómo era posible que el mundo se derrumbara en 5 segundos?. Me quedé congelada cerca del enorme lobo blanco, estaba con las mejillas empapadas, me di cuenta de esto al ver mi rostro reflejado en los ojos de Johan.
-Tranquila, todo pasara.- Dijo Cristina, abrazándome.
-Eric es... Un idiota, nada de esto habría pasado si él nos hubiera escuchado.- Mencionó Anne. Johan movió la cabeza, apoyando lo dicho por mi amiga.
-¿Y ahora qué?.- Estaba claro que yo no podía seguir ahí, no después de todo lo que había ocurrido. No era posible, a menos que tuviera rasgos de masoquista.
-No creo que sea buena idea que estés con Johan.- Mi amigo gruñó. -Sin ofender.- Se disculpó Anne.
-Pero tampoco es buena idea quedarme acá, ¿no se dan cuenta de lo que acaba de pasar? Yo no puedo quedarme.-
-Yo no te puedo dejar sola, si te vas, yo también me voy, donde tu vayas yo estaré, ¿recuerdas qué mi misión es protegerte?.-
-No lo olvido, pero no es justo que tu debas sufrir por mi culpa.-
-¡Miranda! No soy humana, puedo soportar lo que sea.-
Johan se alejó de nosotras, fue hacia los árboles, luego pude escuchar su voz.
-Vendrás conmigo Miranda.-
-Ok lobito, ¿tienes al menos un mínima idea de todo lo que rodea a Miranda? No creo que tu seas capaz de protegerla.-
-Nunca subestimes a un hombre lobo. Puedo ser más fuerte que las sanguijuelas vampíricas, incluso creo que podría ser más fuerte que tu.-
-¡Chicos! cálmense.- Cristina tenía todas las intenciones de atacar a Johan, y este, todas las ganas de defenderse.
-Deberán comportarse si quieren protegerme. No pueden gastar energía luchando entre ustedes, al menos usen un poco de sentido común, ahora tengo un nuevo... enemigo...- Como dolía decir eso. Eric se acababa de marchar, sintiendo odio hacía mi, su estúpido temperamento era más fuerte que él, lo más probable es que busque venganza en contra de Johan... O en mi contra...
-Miranda tiene razón, Eric... Se acaba de ir más que furioso, tu lo conoces tanto como yo, Cristina, él si es capaz de buscar venganza al ver su orgullo herido, su conciencia se verá aplacada por la rabia, el resentimiento y la decepción.- Dijo Anne, ella lo conocía mejor que a si misma, eran amigos hace 3 siglos, lo suficiente para saber la manera en la que él actuaría en una situación así...
-Bueno, sé que tienes razón, pero esto ha ocurrido demasiado rápido, no puedo pensar en un plan, Miranda sigue siendo humana y debe ir a algún lado.-
-Lo único que podemos hacer ahora es esperar que las cosas se calmen. Hablar con Eric sería un suicidio, pero todos saben que Andrew es capaz de controlarlo solo con su mente.- Dijo Anne.
-Eso e irnos a un hotel.- Dijo Cristina mirándome.
-¿Qué ocurrirá contigo Johan?.- El futuro de mi amigo era lo que más me preocupaba en este instante.
-Seguiré tal y como lo he hecho hasta ahora, tu querido chupasangres no se atreverá a atacarme, a menos que no aprecie su miserable vida. Quizás pueda yo parecer más débil que él, pero tengo a mi favor que no puede leer mi mente. No lucharía conmigo sabiendo que ese no es su fuerte.- Quedé atónita, ¿Eric no puede leer la mente de los lobos?.
-¿Es enserio?.-
-Eric no es un muy buen luchador que digamos, todos sus ataques favorables, se deben a que sabe con anticipación los movimientos que usara su contrincante, pero al no poder leer la mente de los lobos, queda en desventaja. Eso no suele suceder, por lo cual nunca se ha preocupado de entrenar.-
-Creo que subiré por mis cosas.- Entré a la casa lentamente, metí todas mis cosas en dos grandes maletas que Anne me dio. Al cerrar la cremallera de la segunda maleta, golpearon la puerta de mi habitación.
-Pase.-
-Soy yo.- Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar su voz, ¿era posible que...?.
-Eeee...-
-Tranquila, no te haré daño.- Dijo Eric mirándome con sus profundos ojos marrón.
-¿Crees que este es el mejor momento para charlar?. Podríamos al menos esperarnos hasta mañana.- Dije muy nerviosa, todo lo que había ocurrido, estaba ahora en mi cabeza atormentándome.
-No. No podemos esperar hasta mañana.- Aunque su expresión se mantenía dura, sus ojos estaban tranquilos, lo que sea que hizo Andrew con este chico, funcionó.
-Por favor, Cristina me esta esperando, debo irme.-
-¿A dónde? ¿Con el perrucho ese?.- Sus palabras me dolieron.
-No. Aunque no es una mala idea.- Respondí con la misma frialdad con la que él hablaba, debía ser una conversación justa, si yo sufría con sus palabras, él también lo haría con las mías.
-Los licántropos son peligrosos, Miranda, más de lo que te imaginas. Son traicioneros y mentirosos.-
-¿Al igual que tu? ¿Por qué rayos me ocultaste esto?.-
-No te he ocultado nada sobre ese canino.-
-¡Genial! Ahora dirás que no tenías ni la más mínima idea de que Johan era mi amigo. Tu sabías de su existencia, pero me lo ocultaste.-
-Si sabía que era tu amigo, pero no estaba dispuesto a que corrieras un riesgo innecesario estando con él.-
-¡Genial! Pero si puedo correr un riesgo innecesario permaneciendo en una casa con vampiros  siendo yo humana. Hasta ahora Johan no ha sido un problema para mi, él jamás arriesgaría mi vida.- Mis palabras fueron cortantes como navajas, sentí un sabor amargo en la boca, quizás debido a la amargura con la que hablaba.
-No lo sabes.-
-Tu tampoco.-
-¿Das por terminado todo aquí?. Sabes perfectamente que no puedes alejarte de aquí , Los neófitos de Kai y el ejercito de la oscuridad están en tu búsqueda.-
-Lo sé perfectamente, no soy una tonta como lo piensas. Pero Cristina vendrá conmigo, además, tu no eres el único que puede protegerme.-
-Si lo soy.-
-Los neófitos de Kai están buscándome porque ella quiere vengarse de ti. Solo lo digo por si lo habías olvidado.-
-Ok. Como quieras, quédate con tu querido chiguagua, pero al final, veremos quien es mejor.- Desapareció al decir esto. Mi piel se erizó ''Pero al final, veremos quien es el mejor''. ¿A que rayos se refería con eso?. Salí de la casa con mis maletas. Johan ya se había ido, Cristina y yo nos fuimos a un hotel en el centro de la ciudad...

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