-No
es verdad, no puede serlo. ¡No es verdad! ¿Me oyes? ¡¡Eso no es verdad!!- De
donde sea que salieran esos recuerdos, no provienen de mí.
-Deja
de negar la realidad, eso eres, una mestiza hija de un demonio y un ángel,
fruto de una relación letal.-
-Y
su destino es convertirse en la Reina de la Luz.- Dijo Andrew.
-Su
destino es morir.-
-Primero
deberás acabar conmigo.- Amenazó
Francisco fieramente.
-No
es necesario que sacrifique su vida por Alice, alteza. Ella es la maldad encarnada.-
-¡Miranda!
Me llamó Miranda.-
-Y
es mi hermana, imbécil.-
Un
chasquido de sus dedos hicieron a Francisco caer al suelo. Me concentré en el
fuego que me corroía, envié ese calor infernal al cuerpo de Christian, este se
aturdió, los ángeles se abalanzaron sobre mí, Andrew los tiró contra la nada.
-Mala
elección.- Murmuró el Guardián de Lisiaret. Nuevamente chasqueó los dedos.
Soldados alados de rostros angelicales con espadas de plata intentaron
atacarme, el monstruo dentro de mí quiso salir, un delicioso banquete de sangre
dulce... Algo me hizo detenerme en seco. ''No dejare que me domines'' '' ¡No lo
haré!''
-¡Miranda!-
Francisco se transformó en lobo, corrió a mi lado, arrancándole la cabeza a un
soldado alado.
-Esto no esta bien,
Miranda. ¡Qué estamos haciendo!- Estaba asustado, jamás pensó matar a alguien
para defenderse...
-Mantenernos con
vida.- Respondí en silencio.
Más
soldados descendieron, Andrew ya se veía sobrepasado, luchando con tres a la
vez. Francisco y yo nos protegimos mutuamente, esquivando los ataques...
Evitando mi naturaleza asesina.
-¡No
ganarán! Ríndanse y entreguen a Alice.- Dijo Christian.
-Antes
muerto.- Gruñó Andrew, matando con rapidez a dos soldados.
-Como
desees.- Un rayo silenció a las espadas. Eric y otros vampiros aparecieron
después del resplandor, guardianes del Castillo Oscuro, Kate y Anne.
Comenzó
una lluvia torrencial.
-¡Qué
empiece la batalla!- Gritó Andrew con ironía, burlándose de Christian.
Eric
me lanzó una espada, la tomé con algo de dificultad. Luché con los soldados,
paralicé sus ataques e intenté proteger a Francisco. Pronto todo estuvo rodeado
de sangre mesclada con el agua de la lluvia.
Mi
espada chocó con brutalidad otra igualmente fuerte. Mire el rostro de mi
atacante.
¡Sorpresa! Es Cristina.
-¡Miranda!-
-¡Cristina!-
Ambas dejamos nuestras armas y nos abrazamos, mal momento para un reencuentro.
-¿Pero
tu...? ¡Estabas muerta!-
-No
totalmente... Pero...-
Casi
me arrancan el cuello. Volvimos a la batalla, plumas perfumadas y sangre
angelical hacían que perdiera mi concentración. De repente note alas en mi
antigua Guardiana.
-¿Por
qué?- Pregunté mientras clavaba la espada en el suelo.
-Soy
una soldado, Christian me devolvió a la vida.- Algo helado recorrió mi pecho,
no es posible.
-¡Él
me quiere muerta!-
-Lo
sé, pero era la única forma de regresar.-
Tomé
mi espada y corrí lejos de ella, no quería verla si íbamos a tener que matarnos.
Eric
estaba enfrentando a un enorme alado, le enterré mi arma por la espalda, este
cayó muerto.
Escapar.
Es lo único que he hecho desde que entré a este mundo, esconderme del destino
escrito para mí.
-¡Princesa!-
Eric me rodeo en sus brazos y me besó.
-Debo
morir.-
-¿Estas
loca?-
-Esto
no se detendrá, nunca acabará la lucha.- Besé de nuevo a Eric y me alejé de él.
-¡¿Esto
es por mi, no?! ¡Pues aquí me tienen! Detengan su maldita guerra y dejen de
acabar con sus vidas.- Grité con toda la fuerza que quedaba en mis pulmones,
nadie se movió.
Tomé
el medallón que me entregó Andrew antes de partir... No
te servirá para regresar, pero tiene más poderes de los que imaginas. Se abrirá
únicamente cuando lo necesites de verdad.
Lo
abrí lentamente...
-Hasta
aquí llegó esto, princesa. Todo acabo.-
Un
enorme Palacio Celeste se alzaba frente a mí, Christian estaba a un lado,
sonriendo triunfal.
-¿Qué
pasó?- Los hechos de por si incomprensibles, se volvieron totalmente imposibles
de descifrar para mi pobre cerebro. ¿Y Francisco?
-¿Dónde
esta mi hermano? ¡¡Francisco!!- Chillé desesperada, perdiendo el control de mi
misma.
-Tranquila
princesa, todo esta bien, su hermano ha sido llevado adentro.- Caminé con la
conciencia perdida.
Entonces
escuché esa voz, su voz.
-Miranda,
todo ha acabado.-
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Hello! Girls! Bueno, la novela ha llegado a su fin, dentro de poco (espero poder) subiré el epilogo, estoy casi 100% de que lo necesitan para entender todo lo que sucede, es algo confuso :)
Solo espero que les haya gustado...
Goodbye! <3
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