Sin
pensar en las personas que pudieran verme, corrí con toda mi rapidez de vuelta
a casa, Andrew me seguía intentando despistar a los humanos que observaron mi
sobrenatural partida.
-Deberías
controlarte.-
Pensó Andrew. Gruñí por lo bajo, no
estaba con ánimos para escuchar más sermones.
En
pocos minutos llegamos a la enorme mansión Salvatore.
-Se ve horrible, ¿acaso no pudiste cuidar un
poco más mi casa?-
-¿Te
importa ahora?- Traté de no discutir ni pensar en ello. Entré al salón
principal donde se encontraban Andy y Jeremy, los perros guardianes de Destiny.
-¿Qué
pasó?-
-Francisco
y Miranda han despertado pero...-
-¡Habla
Jeremy!- Exigí exasperado. Si al menos fuera capaz de meterme en la cabeza de
aquel muchacho para ver lo que quiero.
Andy
suspiro y tomo la palabra por su hermano. - Solo entra y velo por ti mismo. No
te gustara.-
Caminé
con el paso acelerado por los nervios. Al entrar, vi dos cuerpos en un horrible
estado, ¿dónde estaban Miranda y Francisco?
-Han
perdido sus poderes.- Dijo Andrew simplemente.
-¿Qué?-Exclamaron
varias voces al unísono.
-Eso
no es posible.-
-Si
lo es y no es muy difícil de comprender. Mientras Miranda luchó con Laurent,
este le arrebato sus poderes, por eso ella no podía defenderse de él.-
-¿Y
Francisco?-Inquirió Destiny.
-Francisco
hizo un esfuerzo extraordinario para mantenerla con vida por lo que cedió sus
poderes... Si no hacemos algo pronto, ambos morirán.-
-¡¡Has
algo maldita sea!! Esto es tu culpa Andrew, nada habría pasado de no ser por
ti.- La oración brotó de mi boca repentinamente con la fuerza de un huracán,
como quería golpear hasta matar a Andrew pero me era imposible, si alguien
podía salvar a mi princesa era él, la maldita sanguijuela que la dejo en ese
estado deplorable al borde de la muerte.
La
habitación parecía más fría a medida que pasaba el tiempo, las mentes de
Francisco y Miranda seguían compartiendo los mismos recuerdos, traté de rehuir
sus pensamientos horribles aunque fue inútil, solo lograba desviar mi atención
a Andrew o Kate por momentos breves.
-¿Crees
qué el chupasangres los... pueda ayudar?- Preguntó Destiny con un hilo de voz.
-Si,
he visto muchísimas veces a Salvatore curando cosas similares.-
-Pero
nada de esta envergadura.- Masculló Jeremy frustrado mientras movía
frenéticamente las manos.
-Tienes
razón, nada tan grave como esto.-
-Si
tu amigo logra salvar a mi hermano, estaremos en deuda por siempre.- Musitó la
muchacha, tenía los ojos humedecidos y demacrados, hacía varias noches no dormía
por más de tres o cuatro horas para luego pasarse todo el día merodeando como
loba por los alrededores haciendo guardia o asistiendo a su hermano.
-¿Qué?
No, de todas formas nosotros les debemos más a ustedes, sin Francisco, Miranda
habría muerto hace ya mucho tiempo.- Una punzada de remordimiento me recorrió,
pero ¿por qué? Son solo lobos, mis enemigos naturales, ellos deberían haber
muerto, son unos inútiles, pero... El rostro de Destiny se ve tan débil que soy
incapaz de decir nada, ella al igual que yo esta a punto de perder a alguien
que ama. Salí de la casa y corrí al bosque para dejar de pensar e intentar
olvidar a los malditos lobos.
-¿Por
qué huyes Eric?-
-Quiero
estar solo, ¿A caso esta prohibido?-Respondí con brusquedad.
-No,
pero es extraño. ¿Tanto temes encariñarte con los licántropos?-
-Tu
que sabes, Katherine.-
-Te
conozco casi tanto como a mi, no me vengas con cuentos a estas alturas del
camino, ¿o es que no quieres ver a Miranda?-
-¡¡Calla
ya!! Déjame en paz de una vez, lárgate de aquí.-
-Hey,
tranquilo, ni siquiera el vampiro más legendario sería capaz de aguantar tanto
tiempo sin explotar, ¿sabes?- Odio cuando s comporta como una sabelotodo, es
mucho más insoportable de lo que es comúnmente. Si sigue así considerare
seriamente mandarla de vuelta a Rusia.
-Esta
bien... no quería ver el rostro de Destiny, no quería sentir compasión por una
manada de lobos, ¿feliz? ya te dije lo que me sucedía.-
-Ok,
solo una cosa, no te guardes las cosas que sientes como un bobo, aquí tu eres
el único que lee mentes.-
-Kate...-
-¿Si?-
-Gracias.-
-De
nada.-
-Eres
una muy buena amiga.-
-Ya
lo sabía.-
-Eres
una cretina.-
-No
más que tu.-
Volvimos
a la mansión de Andrew, sin novedades aún.
-Pronto
sabremos si sobreviven.- Fue lo único que dijo el vampiro.
Mientras
tanto, yo tendré que cargar con las deudas de honor que mantendré con los lobos
de aquí a la eternidad, siempre unido a ellos por Miranda.
Esto
no es bueno.
Hola!
ResponderEliminarTenias tiempo sin publicar, yo que tanto disfruto tu novela.
Pero lo bueno es que ya publicaste.
Me encanto el capitulo, muy conmovedor, no puedo creer, que eso este sucediendo, pobre de Miranda y Francisco, el chico si que es un bueno hermano, podre de Miranda a de estar muy débil, y entiendo que Eric este muy enojado(Enojado seria poco) con Andrew, pero tiene que entender que el estaba controlado, y bueno hay que entender, pero lo se, se que seria una situación muy difícil, Eric no debería ser así, no tiene nada de malo que se sienta así al respecto de los Lobos, si ya se, no se llevan, pero que, no tiene nada de malo.
Espero que Francisco y Miranda se mejoren, publica pronto.
Y tienes un premio Linda, para que pases por el.
Te cuidas:)
HASTA PRONTO♥!