Al
ver los ojos del lobo, me di cuenta de la completa frialdad de su expresión, me
sentí sola, completamente sola y perdida, si había luchado contra la muerte era
para dejarlo vivir a él, pero ahora ya no había motivo.
-¡Miranda!- Desde el fondo de mi mente escuche la voz del
niño inocente que vivía dentro del lobo.
-¡¡Mátame
de una maldita vez!!- Chillé desesperada.
Otro
recuerdo centelló en mi memoria, pero no me pertenecía, era de Francisco.
El
chico corría por el bosque buscando algún indicio de la presencia vampírica,
desde mi partida, habían abundado las visitas al bosque de la manada por parte
de los soldados de Shinoweth. Durante su turno de guardia, Andrew apareció en
el bosque y lo atrapó sin siquiera dejarlo luchar, lo mordió en el cuello,
quedando transformado inmediatamente en un humano. Fue llevado con Laurent y...
-Veo que pudiste descubrir mi plan.- Susurró Shinoweth en mi
cabeza. -El lobito y tu están en mis
manos, estoy dentro de ambos y no pueden hacer nada para evitarlo.-
-¡¡Dejalo
a él!! Deja ir a Francisco y te entregó mi vida a cambio.- Expulsé las palabras
con fuerza para que me ollera claramente. Me senté en el suelo y vi a Eric
luchando con Andrew, mientras Kate atacaba fieramente a Cristina.
-No Miranda, no lo hagas, es una trampa.- Dijo la débil voz de
Francisco en alguna parte.
-Tu ya no me sirves chiquilla, ¿acaso no
entiendes lo que quiero?- Bufó mostrándome un recuerdo de Francisco en mi mente.
-¡¡No te metas con el chico!! Por lo que más
quieras dejalo ir... Él es solo un niño.- Mis palabras me hicieron recordar a Johan la
noche en que un vampiro habló con nosotros, exigiendo mi presencia. -Ella es una simple humana. Déjala ir.-
Entonces
algo me hizo dudar... Yo no era una simple humana, por eso el vampiro me quería.
-¿Quién
rayos es en verdad Francisco?-
-Jamás lo creerías.-
-Dime de una vez maldito chupasangres o te juro
que todos moriremos.- Amenace decidida, si mi amigo quedaba en manos de la Oscuridad, prefería
que muriera conmigo.
-Esta bien. El mocoso es tu hermano, verdadero
heredero del trono de la Luz, ¿contenta?- Masculló aburrido, como si lo que dijo no
significara nada.
-¡¡No es posible!!- Gritamos Francisco y yo al
unísono.
-No miento, ¿para qué hacerlo?. Eso explica su
conexión psíquica y el hecho de que el muchacho no tenga familia, además del
estúpido y fuerte sentimiento que sienten mutuamente.- El por qué siempre termino
protegiéndolo con mi vida y muchas de mis cualidades están presentes en él
agregué yo... Pero entonces ¿por qué yo fui protegida por Cristina? ¿por qué
Laurent luchó para matarme? Hay algo que no encaja.
-El chico no puede ser mi hermano, es un licántropo,
imbécil.- Dije marcando cada palabra.
Laurent
iba a responder, pero una intensa presión nos aplasto...
Francisco,
Laurent yo yo quedamos atrapados en nuestras mentes, sin salida otra vez...